miércoles, 2 de marzo de 2011

Realidad tridimensional

Ahí estás, dándome paz y tranquilidad hasta que el tiempo se serene, hasta que los rayos de esta tormenta cesen, y para serte sincera, eres el único que sabe de esta contienda. Es como si casi pudiera tocarte...

Allí está él, esforzándose para no caigan más gotas, para que los truenos se silencien y para serte sincera, no sabe cuantos pañuelos húmedos he tirado en mi papelera. Es como si estuviera tan lejos...

Aquí estoy yo. Con el caos coronado rey de mi mente, los días se alargan y sólo puedo llegar a una reflexión: soy de los que odian amar pero quieren ser amados. Sintiéndome sola busco momentos mejores aunque sé que él sufriría mil veces lo que me ha hecho sentir por ver mi sonrisa. Sintiéndome sola sé que tú velarías por mis fuerzas de vivir.

Tres personas unidas en diferentes planos: tú, como amigo, muy cerca de mi, más cerca que nadie en estos momentos. Él como causa, cerca por el amor y por el tiempo que pasado, lleno de risas y de llantos, aunque a la vez, le siento lejos. Finalmente, en un último lugar me sitúo en una burbuja casi irrompible pero muy cerca de las auras de vosotros dos.

Siempre estuvo cerca en cada paso, en cada proyecto, en cada lágrima y lamento. Hizo un trato con mi risa y jugó con mi sonrisa. Jardín de sus sueños me convertí, patio de colegio se convirtió para mí.

Le quiero, me quiere ¿y este sufrimiento?.

Cada lágrima me lleva a odiar amar, pero amo ver su sonrisa. ¿Cómo pudo pasar? ¿Cómo, tan repentinamente, nos situamos en planos diferentes? Sin embargo, se que pocos valen lo que él vale, y por eso, cuando vuelva a marcar mi número, protegeré de mis lágrimas su corazón: Estoy al otro lado, más cansada pero viva... Lo mejor ha de llegar aún.

Tus ánimos me harán forjar las roturas de la confianza agrietada. Ansiaré y anhelaré hablar contigo cuando mi corazón sienta que falta algo, cuando me mueva en tierras inciertas.
Darás claridad a mi oscuridad. Harás que me vuelva a dar cuenta de que sólo son pájaros en mi cabeza que atolondran mi mente, y por tanto, me resulta inevitable apartar parte de mi amor para ponerlo junto a tu risa.

Gracias.


Yo tengo el hilo y la aguja, sé que él coserá nuestra confianza para tejer nuestro futuro.

A pesar de todo, le quiero.

Milenios estudiando el amor y seguimos sin descifrar el pieza clave.

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