domingo, 27 de septiembre de 2015

M.


Éstas son las últimas cosas. Desaparecen una a una y no vuelven nunca más.

El problema es que, cuando empiezas a mirar hacia atrás, te ves tal como eras y te quedas desolado. Pero ya es demasiado tarde para disculpas, lo sé. 

Es tarde para cualquier cosa que no sea seguir en pie. 


"Los muros no mantienen a los demás fuera, sino a ti dentro. Puedes pasarte la vida levantando muros o puedes vivirla saltándolos, aunque hay algunos muros, demasiado peligrosos para cruzarlos. Lo único que sé es que si finalmente te aventuras a cruzar, las vistas al otro lado son fantásticas."

Una lejana luz tenue que poco a poco calienta cada poro de tu piel y te hace sentir vivo.
Y ahí es cuando empiezas a asumir que el riesgo te merece más la pena que el miedo. 

P.D.: Gracias por hacerme entender que no todo está perdido.