viernes, 22 de enero de 2016

.

Te extraño tanto que a veces pierdo el norte y acabo enfadándome conmigo misma.
Extrañarte duele porque a veces una angustia enorme se apodera de mi al saber que me tengo que aferrar a pequeñas cosas como Skype, fotos, whatsapp, micros, auriculares... para poder sentirte cerca; porque a veces me cuesta recordar cómo nos sentíamos al estar juntos,cómo se sentía el tacto de tus manos... Y de tus labios.
Me atemoriza no poder recordar cada centímetro de tu cara cuando la recorrí mil veces con mis manos, al igual que tu pelo. Extraño tu sonrisa y cómo se siento al estar contigo. Mirar de refilón y ver que estás aquí y no una silla vacía.


No tenerte es como tener no estar en el momento al 100%, es sentir que tu otra mitad perfecta pertenece a otro lugar. Es esperar, y esperar.... Es querer poder hacer algo juntos y no tenerte... y cuándo llegas es desear que no te vayas de nuevo, que por fin el tiempo pase tan lento como había sido hasta tu llegada, pero sin embargo, se vuelve más rápido y ligero que nunca.

Aún a pesar de todo, volveré a esperar cada vez que sea necesario porque lo que le da sentido a todo esto eres tú, todo lo que proyectas en mi y los momentos que vivimos juntos.

Sé que me dices que debemos aceptar y acostumbrarnos a esta situación. Yo la acepto, por eso sigo y seguiré aquí, pero jamás podré acostumbrarme a decirte adiós, a los días sin tus pequeñas cosas, y sobretodo, jamás me acostumbraré a ver los momentos pasar en los que podríamos hacer una cosa determinada juntos y que no sea así por algo ajeno a nosotros.

Y no me queda más remedio que ser fuerte, y lo seré, pero a veces, duele llevar tanto tiempo sin sentirte completa, porque mi mitad perfecta eres tú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario